Este especial Cabernet Franc orgánico, proveniente de un viñedo con suelos pedregosos al pie de la cordillera de Los Andes, se destaca por una fineza distintiva, poco usual en otros ejemplares de la variedad hechos en Mendoza. Posee un color rojo rubí, brillante y vivaz. Es muy intenso en nariz, mostrando notas de pimienta negra y rosa. También tiene notas a frutas negras, cassis y arándano. En la boca es un vino jugoso, concentrado y muy bebible. Sus taninos integrados y acidez elegante son el eje central de un vino que se acaba en 45 minutos. Es ideal para acompañar carnes rojas, de caza y platos especiados.